martes, abril 04, 2006

Tienen el Nombre.

El Encarnación Salvatierra tá seguro. Lo tiene su nombre, brilloso como una luciérnaga. Todos averiguan que tiene semilla grande nomás de oir: Encarnación Salvatierra. Hace maldá y es respetado. Mata gente y naiden lo agarra.Roba muchacha y no lo corretean. Toma trago, echa bala y nomás se ríe y todos se contentan. Por estos rumbos sólo los endiablados tienen la semilla a salvo. Pero ahí está el nombrón que los cuida y los encamina. En cambio uno, por andar de cumplido y derecho tiene que estar todo lleno de enfermedá, con la barriga inflada por el hambre, con los ojos amarillos por la terciana; lo meten a la cárcel y cuando lo sueltan ya tá muerta la nana Trinidad...
Ai tá el Martín Tzotzoc: nunca mató, nunca robó, nunca llevó muchacha; nunca se metió en argüendes. ¿Y para qué? Sólo para quedar guindado de ese roble con los ojos chiboludos como de pescado y los dedos todos morroñosos; del coraje, digo yo. Los que tienen el nombre hagan maldá, hagan pecado, todo les sale bien, todo les trae cuenta.
Heraclio Zepeda: Benzulul