lunes, junio 19, 2006

De Luto

Hace casi 72 años, en un pueblito de la Ciénega michoacana, nació un bebé. No llegó sano y fuerte; al contrario, los doctores le pronosticaban poco tiempo de vida, y recomendaron comprar el ataúd para prevenir el entierro. Gracias a un milagroso descenso de temperatura causado por una tormenta, logró sobrevivir hasta la edad de 71 años. El día 14 de Junio del 2006, a las 14:10 horas, dejó de estar entre nosotros. Todos los que le conocimos estamos de acuerdo en la tristeza que causa su ausencia. Pero también concordamos en calificarlo como un gran hombre que realizó grandes obras durante su vida. Siempre alegre, con una vitalidad contagiosa y una buena palabra de aliento para todo mundo.
Crió y educó a 7 hijos, dándoles la educación que su condición y sus recursos le permitían (y aún más!)
Fué siempre un fiel y amante esposo; pareja inseparable de una bella mujer.
Cantaba y bailaba hace apenas una semana, celebrando la finalización de la educación como médico de su hija mas pequeña. Ahora, seguro que está en un mejor lugar.
Éste es mi padre.

Gracias, Papá, por permitirnos tenerte durante este tiempo.